Desde que, en la edad de los metales, se inició la Edad del Hierro y se extendieron las armas
y herramientas de este material, la Humanidad tuvo que enfrentarse al problema de la corrosión.
El monóxido de carbono se produce por la combustión incompleta de compuestos del carbón y es la causa frecuente de muertes.
No huele y es muy tóxico. Su molécula tiene una afinidad por la hemoglobina de la sangre mucho mayor que el oxígeno,
formándose carboxihemoglobina que impide la llegada del oxígeno a los tejidos, provocando la asfixia aunque se respire.